La mejor conexión para jugar en la nube

Cada día se incrementa el número de servicios que utilizamos mediante una conexión a Internet. Ya sea para ocio o trabajo, elegir el mejor dispositivo junto al plan de conexión más adecuado, que se mantenga estable y que no tengamos que pagar altas sumas de dinero, a veces es un desafío.

Se piensa que mientras tengamos una fibra óptica contratada, podemos navegar en diversos dispositivos al mismo tiempo de manera fluida, sobre todo al momento de jugar en la nube. Sin embargo, posiblemente hemos hecho una enorme inversión y no está siendo aprovechada en su totalidad. Por ello queremos indicarte qué conexión a Internet necesitas para jugar en la nube.

Por qué necesito una buena conexión para jugar en la nube

Sin duda alguna, la velocidad de conexión que tengas disponible marca la diferencia en la experiencia de juego en la nube. No obstante, la conexión exacta que te permita cubrir tus necesidades va a depender sustancialmente de lo que aspiras hacer. 

Por ejemplo, si estás inmerso en una Victory Royale de Fortnite, necesitas velocidades de carga y descarga relativamente altas (superior a los 20 Mbps).

Del mismo modo, debes considerar que aparte del ancho de banda, es elemental que la conexión sea lo suficientemente estable, y que tenga una latencia mínima. 

Sabiendo esto, podemos decir que, para ejecutar juegos en la nube, el ancho de banda mínimo requerido, varía de acuerdo a la plataforma elegida. Es decir, para jugar con resoluciones HD (1.280 x 720 píxeles), como en Google Stadia, se necesitan un mínimo de 10 Mbps, y para jugar en 4K (3.840 x 2.160 píxeles) hasta unos 35 Mbps.

La latencia importa igual que la velocidad

Usualmente, nos centramos en aspectos de la velocidad de nuestra conexión de Internet contratada, pero existe otro elemento tan importante como este: el ping o latencia.

La latencia es el tiempo que tarda en comunicarse una conexión con otra, y se mide en ms (milisegundos). En el caso de los juegos en la nube, es el tiempo que transcurre desde el momento en el que hacemos un movimiento en nuestro dispositivo, por ejemplo, un salto; hasta que ese movimiento aparece, en la pantalla del otro jugador conectado a esa misma partida.

De cualquier forma, si el ping es muy elevado se vuelve más complicado ejecutar el juego e incluso es posible tener ciertas dificultades para acceder a alguna de las partidas; aunque algunos títulos requieren de una latencia máxima de entre 100 a 150 ms, realmente no es lo más recomendable. 

Lo cierto es que, por regla general, la conexión a Internet para jugar de manera más fluida en la nube debe tener una latencia mínima de entre 50 hasta 60 ms y que una cifra mejor sería lo más óptimo.

En definitiva, podemos afirmar que tanto la latencia como la velocidad son dos puntos vitales para poder jugar en la nube sin mayores problemas. Así mismo, los datos aportados anteriormente hacen referencia a los requisitos mínimos a cumplir, por lo que es ideal contratar con un servicio que supere la media para que lo aproveches al máximo.

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